Esta es la parte alta de la Fundición de Plata abandonada que hay en Antofagasta, por cierto una construcción que data de no hace mucho (serán un par de siglos), y sin embargo parecieran ser ruinas del Imperio Inca.
Otras apreciaciones, como la de mi amiga Rosalía, la española bonita esa, son las de una torreta de biscocho de chocolate, o algo así. Allá ella con tanto pensamiento dulce, que de paso no esta nada de mal, Pero en el fondo, y de fondo, la imagen lo que quiere realmente producir (por que es una imagen vívida) es acaparar vuestra atención hacia el infinito de lo volátil. El hecho de dejarse llevar por sus contrastes, colores, lo que evoca su espacio, el filtrarse en la tenue luz que genéra, que si pudiera ser aplicado en tres dimensiones nos daría una apreciación aún más volátil de ella, imaginad!, ingresar a la fotografía, pasar por encima de la pareja que esta parada encima de sus torres y lanzarse en un piquero volátil hacia el mar de fondo, como un tiburón ballena que se va a alimentar en el abismante océano.
Pensándolo bien, y como diría quizás esta huapa española, sea mejor, imaginarse aquella imagen como un par de torretas de biscocho sabor chocolate, para entonces poder comer de ella un pedazo, no es mala idea, pero a mi no me muerdan, eh!.
Otras apreciaciones, como la de mi amiga Rosalía, la española bonita esa, son las de una torreta de biscocho de chocolate, o algo así. Allá ella con tanto pensamiento dulce, que de paso no esta nada de mal, Pero en el fondo, y de fondo, la imagen lo que quiere realmente producir (por que es una imagen vívida) es acaparar vuestra atención hacia el infinito de lo volátil. El hecho de dejarse llevar por sus contrastes, colores, lo que evoca su espacio, el filtrarse en la tenue luz que genéra, que si pudiera ser aplicado en tres dimensiones nos daría una apreciación aún más volátil de ella, imaginad!, ingresar a la fotografía, pasar por encima de la pareja que esta parada encima de sus torres y lanzarse en un piquero volátil hacia el mar de fondo, como un tiburón ballena que se va a alimentar en el abismante océano.
Pensándolo bien, y como diría quizás esta huapa española, sea mejor, imaginarse aquella imagen como un par de torretas de biscocho sabor chocolate, para entonces poder comer de ella un pedazo, no es mala idea, pero a mi no me muerdan, eh!.